La
película “El hobbit: La batalla de los cinco ejércitos” termina una serie de
entretenimiento que llevó décadas de producción.
Pero
el libro "The Hobbit Party" (“La Fiesta Hobbit”, en español) señala
que la diversión es sólo parte de estas películas y de los libros del autor
J.R. Tolkien en los que se basan.
“Tolkien
tiene más que ofrecer que solo una buena historia”, dijo el autor Jay Richards.
Según
el escritor, Jay Richards, también muestran un universo lleno de sistemas
morales, gubernamentales y económicos… por eso su libro lleva el subtítulo: “La
visión de libertad que Tolkien recibió y el occidente olvidó”.
El
personaje malvado el dragón Smaug proviene de la experiencia de Tolkien al ser
testigo de las brutalidades del fascismo y los nazis en la Segunda Guerra
Mundial y la crueldad del comunismo que le siguió.
“Hay
un tema a través de 'El Señor de los Anillos', una preocupación por la
centralización de poder. El anillo mismo, del cual los buenos en la historia
pasan tratando de liberarse, tiene el poder para dominar la voluntad de los
demás”, indicó Richards.
Mientras
Tolkien odiaba la despiadada matanza de la guerra, amaba aún más a la libertad,
así que sus héroes constantemente luchan por ella en "El Señor de los
Anillos".
“Los
buenos en 'El Señor de los Anillos' y 'El Hobbit' reconocen que a veces se debe
luchar, se debe estar dispuesto a morir. Y la causa por la que están dispuestos
a morir es siempre la libertad”, aseveró Richards.
Tolkien
dijo que él era un Hobbit en todo menos en su estatura y que la comarca, donde
viven los hobbits, reflejaba no solo su idílico pueblo de infancia, sino la
manera en que debía ser la sociedad: un sitio con pocas leyes y solo un poco de
gobierno.
Él
le admitió a su hijo que se inclinaba hacia la anarquía y que odiaba la idea de
personas enseñoreándose sobre los demás.
“Una
vez Tolkien dijo: ‘El trabajo más impropio de cualquier hombre es ser jefe de
otros, menos de quienes buscan oportunidad’”, precisó Richards.
Tolkien
escribió "El Señor de los Anillos" mientras veía a Inglaterra caer en
un socialismo suave. Él temía que ciudadanos de naciones cristianas desecharan
su derecho a la libertad, dado por Dios, a cambio de la seguridad ofrecida por
gobiernos todopoderosos.
“Esencialmente
ser ovejas dóciles, guiadas por el pastor”, dijo Richards.
Él
esperaba que arte, como el suyo, pudiera sacudirles y despertarles.
En
cuanto a economía, los hippies disfrutaban de "El Hobbit" y "El
Señor de los Anillos" porque veían a Tolkien como un anticapitalista
inventando criaturas como el aristócrata dragón Smaug para demostrarlo. Pero,
Richards dice que Tolkien usaba ese personaje para ilustrar lo más horrendo de
un no-capitalista tacaño.
“Quien
se sienta literalmente sobre una montaña de oro que le pertenece a otros. Ésta
no es una crítica al capitalista o al empresario, es más bien una crítica al
tacaño que guarda su riqueza en lugar de ponerla en riesgo”, dijo.
Tolkien
retrata mundos prósperos de capitalismo robusto y libre comercio al final de
ambos libros.
“Un
comercio creciente no sólo entre diferentes poblados humanos o ciudades, sino
en realidad un comercio entre especies, entre hobbits y enanos y duendes y
hombres”, expresó Richards.
Sam,
el jardinero, personifica el mundo trabajando de la mejor manera, mientras crea
riqueza con sus manos y el futuro para su esposa.
“Une
tanto nuestra actividad económica, como criaturas hechas a imagen de Dios para
administrar, para arar y mantener el jardín y también, para multiplicarse y
tener hijos”, comentó Richards.
El
profundamente cristiano Tolkien, usaba intencionalmente humildes hobbits como
héroes, para demostrar que cualquier persona tiene valor y puede cambiar al
mundo positivamente.
“Sólo
se le ocurriría a alguien que tiene la visión de que el Creador del universo
podría encarnar como hombre, nacido de mujer, en un establo de una humilde
aldea. Sólo ese tipo de visión podría llevar a alguien a pensar en héroes como
los hobbits”, indicó Richards.
Casi
al clímax de "El Señor de los Anillos", es el humilde sirviente Sam
quien literalmente usa a Frodo como cruz y salva al mundo.
“Y
espero que eso nos hable como seres humanos, en especial quienes hemos pensado:
¿Quién soy yo? ¿Qué rol de importancia represento? Bueno, tomen algo de
inspiración de Frodo y de Sam”, concluyó Richards.
Fuente:
MundoCristiano.tv
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