César
Daza es un administrador de empresas que dedica gran parte de su tiempo a
servir a otros, movido por la tesis personal de que nuestros sentidos son un
regalo que hemos recibido con ese fin y que no aprovechamos lo suficiente. Por
eso escribió Los sentidos del corazón, un libro que adquiere relevancia porque
su autor realiza una labor extraordinaria a nivel nacional en favor de las
personas en condición de discapacidad.
A
partir de la interacción que ha tenido con personas de su entorno, maduró
conceptos que hoy le permiten ayudar a tomar conciencia de las discapacidades
que nacen y crecen en el corazón de los seres humanos, como orgullo, ira,
resentimiento, odio, venganza, y hasta las que surgen en el área económica. Con
el propósito de compartirnos claves para sanarlas, el libro de César Daza,
distribuido por Su Presencia Producciones, incluye ejercicios prácticos, aporta
ideas y abre ventanas a la inteligencia del lector. Lo lleva por un camino de
167 páginas que activa todos los sentidos y conduce a una existencia plena.
El
autor afirma que encontró su llamado cuando vio a un guía intérprete
comunicándose por señas con una persona sordociega. Explica el proceso que lo
impulsó a desarrollar habilidades que hoy le permiten ser intérprete de
sordociegos y creador de la Fundación Sin Límites SC. Sin falta, cada domingo
presta un servicio traduciendo a lenguaje de señas el culto y las canciones de
la iglesia El Lugar de Su Presencia, en Bogotá, para unos 20 sordos. Los hace
bailar al ritmo de la música con sus vívidos movimientos y entusiasmo.
Además,
a través de la fundación abre oportunidades educativas y laborales a la
población sorda del país. “Si quiere que la planta de producción o la parte
administrativa de su empresa sea exitosa, contrate a un sordo, un sordociego,
un ciego o una persona en silla de ruedas. Por ejemplo, los sordos se
concentran totalmente en sus labores porque no tienen distractores auditivos:
eso los hace mejores empleados”, afirma César.

QUE CADA SENTIDO DE NUESTRO CORAZÓN FUNCIONE
“Estoy
seguro de que los testimonios cambian vidas y este es el de alguien que pensaba
que los méritos y los logros se daban por fuerza propia, y sí, tienes que
esforzarte para llegar a cumplir esos objetivos y alcanzar tus metas, pero esto
no se puede lograr solo… ¡los cambios, logros y metas, son mejores cuando
dependes totalmente de Dios!
Con
este libro quiero mostrar que las discapacidades no están en no ver, no
escuchar o en encontrarse en una silla de ruedas: están en el corazón. Ellas no
me permitían ver más allá de mi nariz, como nos pasa a la mayoría, ni siquiera
sabía que las tenía.
Es
necesario e importante que los sentidos estén sanos y funcionando. Así como
vamos al gimnasio a ejercitar nuestros músculos para tener una forma corporal
agradable, de igual manera debemos hacerlo con nuestros sentidos, y para eso es
necesario ser disciplinados.
Me
encanta ser los ojos, oídos y voz de quien lo necesite, y me refiero
especialmente a las personas sordas, ciegas y sordo-ciegas”.
Su
Presencia Producciones
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