Un
joven marroquí, que se convirtió al cristianismo, fue detenido e interrogado
durante once horas por la Policía, bajo sospecha de haber abandonado el Islam y
por portar una Biblia.

"Durante
las once horas que duró el interrogatorio las preguntas se centraron
básicamente en las relaciones que mantiene y su situación familiar",
apuntó la fuente.
El
Código Penal marroquí garantiza la libertad religiosa, pero cualquier intento
de proselitismo a los musulmanes es castigado. El artículo 220 impone las penas
de seis meses a tres años de prisión a quien "emplee cualquier "medio
de seducción" para quebrantar la fe de un musulmán o tratar de convertirlo
a otra religión", pero se aplica con frecuencia sencillamente a los
musulmanes que se convierten.
Mientras
que practicar el cristianismo está prohibido para los marroquíes no es así para
los foráneos. Cada cierto tiempo la policía expulsa del país a grupos de
extranjeros por tratar de evangelizar a los musulmanes y persigue también a los
musulmanes que se hayan convertido.
Nadie
sabe cuántos cristianos conversos hay en Marruecos, pero un informe del
Departamento de Estado de Estados Unidos sobre las libertades religiosas los
cifra entre 4.000 y 8.000.
Fuente:AcontecerCristiano.Net
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